Javier Iglesias

¿Qué decir de Javier? Es muy difícil plasmar en unas líneas todo lo que significó y significa Javier en esta iniciativa que es SHAJI.

No es simplemente unas siglas que encierran un nombre y un apellido y que hacen de cierre a la denominación de esta asociación, ni tampoco es un sencillo homenaje –él no nos lo permitiría-, ni es un capricho sin fundamento; es un compromiso de esfuerzo, una vocación de solidaridad, son unas ganas tremendas de seguir un comportamiento ejemplar y una obra inconclusa.

Javier, desde su llegada a Argentina, consciente de las penurias que pasaba buena parte de la población y viviendo en sus propias carnes la realidad de miles de familias que vivían sin ni siquiera tener un techo en el que guarecerse, dedicó todo su tiempo, todo su esfuerzo y todo su cariño en trabajar para los más necesitados.

A mediados de los años ochenta fundó la Unión de los Sin Techo (U.S.T.) que logró aglutinar a varios cientos de familias que sufrían el problema de la falta de vivienda. Familias formadas, en su mayoría, por tres generaciones –abuelos, padres y varios hijos- que intentaban sobrevivir en parques, plazas y villas de la ciudad.

A través de U.S.T. Javier fue el altavoz que gritó y denunció esta injusticia social y no dudó en echarse a la calle con ellos siendo el primero en reclamar los derechos de sus conciudadanos e intentando concienciar a la opinión pública, a la vez que buscaba todo tipo de ayudas, allá donde le abriesen una puerta y le dejasen explicarse tres minutos.

Lamentablemente Javier no vio su sueño cumplido de no ver a una sola familia sin casa, a ningún argentino sin trabajo y a ningún niño sin pan pero su lucha fue muy importante y no fue para nada en balde.

En septiembre de 1996 Javier fue asesinado en las calles bonaerenses por la policía del gobierno de Carlos Menem, en circunstancias que aún hoy no han sido esclarecidas.

Siguiendo su ejemplo, compartiendo con compañeros que, en su día lo hicieron con él, esta aventura de luchar por lo elemental, por lo justo, nace SHAJI.

Queda mucho, muchísimo por hacer, contamos contigo.